Los cambios en el comportamiento sexual  ayudaron más a reducir el ritmo de diseminación del sida en Gran Bretaña a  comienzo de los años 90 que la introducción de drogas terapéuticas, según  reveló un estudio publicado el lunes.
 
El estudio británico, publicado en el periódico "Procedimientos de la  Academia Nacional de Ciencias", fue llevado a cabo por el University College de  Londres; la Agencia de Protección Sanitaria y científicos de la Universidad de  Oxford, quienes realizaron análisis estadísticos sobre el HIV-1 en el Reino  Unido.
 
"Desde 1990 ha habido importantes cambios en las actitudes sociales de los  británicos y en su concientización sobre el HIV-1 y el sida", escribió el Dr. Deenan Pillay, del University College.
 
"A pesar de un incremento muy reciente del comportamiento de alto riesgo  entre los hombres homosexuales, desde 1990 se ha verificado un importante  aumento del uso de preservativos por parte de la población, lo que podría  explicar el equilibrio alcanzado por el número de contagios".
 
"Los tratamientos antiretrovirales han impactado también las tasas de  transmisión, pero los datos de que disponemos no lo demuestran así", dijo  Pillay.
 
A diferencia de lo que generalmente se ha creído sobre la epidemia del sida  en Gran Bretaña, el estudio mostró la existencia de "por lo menos seis  subepidemias mayores", lo que contradice la creencia de que la epidemia de  HIV-1 está compuesta por pequeñas epidemias definidas por sus respectivos  grupos de riesgo.
 
Más de 57.000 personas han sido contaminadas por el HIV-1 desde que este  virus fue identificado por primera vez en 1982.
 
El HIV-1 es la forma más común del virus del sida en todo el mundo y  corresponde a tres grandes grupos -M, N y O- de acuerdo con diferentes  características genéticas. El HIV-2 es la otra forma del virus.