La pasión de Cristo regresó el pasado viernes a los cines retocada y con menos sangre, dispuesta a ganarse a una audiencia aún más amplia. La película que narra con detalles las últimas doce horas en la vida de Cristo eliminó cerca de 7 minutos de su metraje para esta nueva edición.

Con la nueva versión, en palabras de su director, el actor y productor Mel Gibson, se quiere llegar al mayor número posible de espectadores. “Ese fue siempre mi deseo”, reafirma en su página de internet www.thepassionrecut.com.

La verdad es que, a juzgar por los 611 millones de dólares de recaudación ya en cartera, su deseo estaba prácticamente cumplido sin necesidad de una nueva edición. A esta taquilla se suman los beneficios conseguidos por Gibson –un católico ultraconservador–, con la venta en DVD del mismo filme.

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Aun así, y en medio de este recibimiento que convirtió La pasión de Cristo en “el filme más taquillero para mayores de 18 años”, Gibson también sabe que hay un público “consternado” por las impactantes imágenes que “quizás fueron un tanto fuertes para ellos”. Asegura que para su nueva versión, titulada The Passion Recut (La pasión recortada), suavizó los aspectos más brutales. La mayor parte de estos recortes afectan al momento de la crucifixión.