Los países que participaron en la reunión del Consejo Internacional del Cacao (ICCO), en Guayaquil, analizaron el mercado mundial y mostraron su preocupación por una eventual sobreoferta en los próximos años.

El organismo expuso la necesidad de disminuir 200.000 toneladas de producción por año o aumentar el consumo.

Los países participantes de la 71ª reunión del Consejo de la Organización Internacional del Cacao (ICCO), que concluyó anoche en Guayaquil, decidieron tras varias deliberaciones que la sede del organismo permanezca en Londres, durante tres años más.

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Este periodo, según Simon Essomba, presidente del Consejo de la ICCO, permitirá vislumbrar si la situación política y social de Costa de Marfil, el más grande productor del mundo y a quien le correspondía ser la sede, mejora.

Essomba indicó que a la organización le hizo feliz conocer la oferta de Ecuador de postular a Guayaquil como matriz; y manifestó que si en Costa de Marfil las cosas no se solucionan, se puede considerar al país como candidato.

Durante los cuatro días de la cita, productores, exportadores y compradores de cacao, analizaron las perspectivas del mercado mundial. Entre los temas se destacó una eventual sobreoferta del grano y la búsqueda de soluciones para contrarrestar sus efectos.

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Idelfonso Medina, vicepresidente de la Junta Consultiva de economía cacaotera y representante de República Dominicana, señaló que la secretaría de la ICCO enfocó la posibilidad de reducir anualmente la producción de unas 200 mil toneladas para equilibrar la oferta y el consumo en los próximos años.

El temor proviene de que países como Ghana y Costa de Marfil incrementan considerablemente sus plantaciones. De ahí que, en un análisis econométrico, el sacrificio de 200 mil toneladas tendría que venir de esas naciones, dijo.

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Esta alternativa, sin embargo, es difícil de adoptar en países pobres. La otra opción es trabajar intensamente para que haya más consumidores.

Actualmente, la producción mundial alcanza los tres millones de toneladas. En la lucha por enganchar nuevos consumidores, la industria diversifica los productos elaborados de cacao. La calidad del grano, en este punto, es importante.

Ecuador, conocido como el primer productor de cacao fino de aroma, se sigue perfeccionando y cuenta con el apoyo de la ICCO, que ha invertido $ 1,7 millones en proyectos que ejecuta el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), en Pichilingue (Los Ríos).

Jean Marc, director de Proyectos de la ICCO, sostuvo que el interés es que la producción de cacao sea sustentable y cuide del medio ambiente. Uno de los proyectos del Iniap consiste en establecer diferencias físico-químicas entre el cacao fino y el ordinario. Sus resultados se conocerán en septiembre.

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PORMENORES

DECISIÓN
Según el ICCO, se resolvió dejar la sede en Londres, porque existe un acuerdo entre el consejo de ese organismo y el Gobierno de Costa de Marfil, de que la sede, después de Londres, sea el país africano. “Si incumplimos, el tema entra a Corte”, dijo Simon Essomba, presidente del ICCO.

RECURSOS
El director ejecutivo de la ICCO, Jan Vingerhoets, anunció que Costa de Marfil hizo una donación de $ 250.000 al fondo que posee la organización para el desarrollo de proyectos en países productores de cacao. En ese sentido, se invitó a los países a presentar planes para ser analizados por la ICCO.

CHOCOLATES
Durante los cuatro días del encuentro, empresas que fabrican y comercializan chocolates entregaron a los asistentes muestras gratis del producto de todas las marcas y sabores. Destacaron otras que exportan chocolates a Europa con el sello Ecuador.

ARTESANÍAS
Expositores de artesanías también tuvieron stands apoyados por el Ministerio de Comercio Exterior (Micip).