La violencia se cobró ocho muertos en Iraq pese a los llamamientos a la calma lanzados desde el sangriento atentado antichiíta de Mosul, cuando el país espera la puesta en marcha del mecanismo de transición con la reunión del parlamento electo el próximo miércoles.
 
Seis personas, entre ellos tres policías de Mosul (norte), murieron entre  el viernes por la noche y el sábado por la mañana, y los cadáveres de otras dos personas fueron hallados al norte y al sur de Bagdad.
 
Un camionero, probablemente turco, figura entre los muertos, señaló una fuente policial mientras que el ejército iraquí lamentó cuatro heridos entre sus hombres en dos ataques al norte de la capital.
 
Un oleoducto que une la refinería de Baiji a la de Dura en Bagdad fue incendiado en Thartar, cerca de Samarra (120 km al norte de Bagdad).
 
En Jalam, 8 km más al norte, las fuerzas iraquíes detuvieron a cuatro personas sospechosas de estar implicadas en la violencia durante una redada, mientras que en Samarra comandos del ministerio del Interior establecieron  retenes y procedieron a controles de identidad.
 
Por otra parte, tres afganos fueron detenidos en la entrada sur de Bagdad y  confesaron que querían ir a Mosul para unirse a la insurgencia, indicó una  fuente del ministerio de Defensa a condición de anonimato.
 
Mosul (370 km al norte de Bagdad) es el escenario de numerosos actos de violencia. El jueves, un kamikaze causó 47 muertos y 81 heridos al hacer estallar la carga que llevaba encima durante los funerales de un jefe chiíta.
 
El atentado fue condenado por el clero chiíta y los ulemas sunitas que pidieron calma y el cese de los intentos para provocar una guerra entre las dos comunidades religiosas.
 
Además, el ejército estadounidense anunció la muerte accidental de un soldado en la provincia occidental de Al Anbar. Con éste son ya 1.505 los  militares norteamericanos muertos en Irak desde la invasión del país en marzo de 2003, según un cómputo de la AFP a partir de cifras del Pentágono.
 
En cuanto a los rehenes, el director del diario francés Liberation, Serge July, continuaba este sábado su visita a Bagdad, donde llegó el viernes con la intención de pedir la liberación de la periodista Florence Aubenas y de su guía iraquí, Hussein Hanun, secuestrados el 5 de enero.
 
Paralelamente, los compañeros del jefe del Partido Democrático Cristiano  iraquí, el sueco-iraquí Ibrahim al Yusufi, raptado a finales de enero, están negociando con sus secuestradores para obtener su liberación, anunció su familia a la prensa sueca.
 
En Manila, el ministerio de Relaciones Exteriores anunció que los captores  de un filipino de 31 años secuestrado en Iraq desde noviembre habían aplazado indefinidamente un ultimátum para ejecutarlo, que vencía el viernes.
 
En el terreno político, los negociadores de las listas chiíta y kurda vencedoras de las elecciones del 30 de enero se toman un descanso desde el viernes, dijo a la AFP un representante chiíta, Alí Dabbagh.
 
Precisó que los kurdos consultaban a sus jefes y se declaró optimista acerca de un acuerdo sobre un gobierno entre su lista, mayoritaria en la Asamblea Nacional con 146 de los 275 escaños, y la de los kurdos (77 escaños). El parlamento se reunirá el miércoles en Bagdad.