La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, tendió ayer la mano en su primera visita a América Latina, al expresar en México su voluntad de cooperar con la región, suavizando el tono de las declaraciones  de Estados Unidos, incluso con el presidente venezolano Hugo Chávez.

“Este es el primero de numerosos viajes” a América Latina, dijo la jefa de la diplomacia estadounidense, tratando de demostrar el compromiso del Gobierno del presidente George W. Bush con el hemisferio.

La secretaria de Estado, que asumió a fines de enero, abogó por  una mayor colaboración entre su país y América Latina en  ámbitos como el comercio, seguridad y democracia.

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Rice insistió en la necesidad de mantener “las tendencias hacia la democracia que se iniciaron en los ochenta y elogió la cooperación de México sin que una eventual victoria de la izquierda el próximo año le preocupara. “Lo importante es que México se está convirtiendo en una democracia fuerte”, declaró.

Incluso a la hora de hablar del Mandatario venezolano Hugo Chávez, al que definió como  “la fuerza negativa de la región” hace poco más de un mes, la jefa de la  diplomacia estadounidense se negó a comparar la situación venezolana con la de la isla caribeña.

“No hay nada que se asemeje a un  proceso democrático” en Cuba explicó, recalcando que “Venezuela es completamente diferente. Solo esperamos que  un líder elegido democráticamente gobierne de manera democrática, sin  interferir en los asuntos de sus vecinos”, manifestó.