En Portoviejo aún se observan viviendas  construidas en el siglo XIX e inicios del XX, por lo cual el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) en el 2003 declaró a varios de estos inmuebles como patrimonios del país.

Fue así como el parque Vicente Amador Flor, conocido anteriormente como Plaza de Armas, también obtuvo la denominación de patrimonio histórico.

Este lugar de recreación, que antes de 1879 pertenecía a Pedro Campozano, quien se desempeñaba como comandante de armas, fue donado por su propietario para que allí se construyera la denominada Plaza de Armas y se cree un jardín público.

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En 1912  llegan a la ciudad de Manta desde Hamburgo (Alemania), verjas, bancas y un quiosco de hierro, que serían instalados en la plaza para mejorar el ornato de la ciudad.

Todavía se aprecia el quiosco donde cada año por esta fecha se llevan a cabo  actos culturales y cívicos para rendir homenaje a la urbe, mientras que la verja fue cambiada en la década de los setenta, pero parte de la estructura aún existe en otros lugares de la capital manabita.