Bajar el tono de la confrontación política, regresar al estado de derecho y cesar la violencia. Ese es el pedido que realizó esta mañana al Gobierno, Gustavo Larrea, secretario regional de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, quien recordó que el Estado “no es responsable solamente por acción, sino también por omisión”.

Larrea, en diálogo con Citynoticias (89.3 FM de Guayaquil), recordó que una de las obligaciones fundamentales que tiene el Estado es brindar seguridad a la nación. Por ello, insistió, los organismos de Derechos Humanos instan al régimen a detener el ambiente de violencia política en el país, que, a su criterio, es ejecutado por grupos paramilitares.

“Creemos que el Gobierno tiene un déficit grande porque en más de cuarenta hechos de violencia suscitados en el transcurso de los dos últimos años, violencia que va desde amenazas y amedrentamientos a periodistas y medios de comunicación, hasta amenazas, disparos contra líderes de la oposición y dirigentes sociales, no ha informado”, manifestó. Estos hechos no deben ser tomados como aislados, recalcó, sino como una cadena de violencia, que, aseguró, es operada “por una banda paraestatal de manera deliberada y sistemática en contra de opositores al Gobierno”.

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Para sustentar dicha acusación, Larrea dijo que todos los ataques que se han registrado muestran un trabajo de inteligencia en común. “Es un grupo que opera de manera policial o militarmente, con armamentos,  en vehículos, tiene trabajos de independencia, tiene actos de seguimientos a dirigentes sociales, políticos y periodistas. Entonces es un grupo organizado, que está al margen de la ley. No es una fuerza del Estado, es una fuerza paraestatal o paramilitar, que está persiguiendo a ecuatorianos. Por lo tanto, esa banda debe ser desmantelada de manera urgente, y dar con los autores intelectuales y materiales de los delitos cometidos”, enfatizó.

En este tema, tiene que pronunciarse la Fiscalía General de la Nación. “Debe crear una unidad especial de investigación para tratar estos hechos que se dan de manera colectiva... No es simplemente un ecuatoriano enojado con otro”, recalcó.

Además, Larrea descartó la posibilidad de que los ataques a políticos y líderes sociales sean autoatentados. “Eso es ridículo”, recalcó.

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Finalmente, dijo que estos hechos están afectando de manera rotunda la imagen internacional de Ecuador. ¿Quién va a invertir en un país donde hay inseguridad jurídica, donde hay violencia política?, preguntó.