En Quito no sabemos cuántos somos, ignoramos el número de compatriotas que radican en la ciudad, peor, cuántos hermanos de nacionalidad extranjera conforman nuestra hermosa capital.

No existe un censo que haya realizado el Municipio capitalino. Ignoramos los límites citadinos, dónde comienza la ciudad por el norte y sur, los valles que  han crecido tanto, nuestra ciudad tan linda sin límites metropolitanos.

No se dan datos minuciosamente de las propiedades, entre bienes de dominio público y privado que posee la ciudad, su uso, sus características, sus límites, su servicio real y efectivo a la colectividad.

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Carecemos de hospitales, casas cuna, cementerios, colegios y escuelas municipales; faltan retenes en los barrios; vemos a niños junto a sus progenitoras durmiendo a la intemperie. Tanta propiedad que tiene mi ciudad debe ser utilizada, readecuada para albergues nocturnos, etcétera.

No se debe hacer política. La política no es función de un municipio. ¡No a la política, sí obras a la colectividad!

Jaime Herdoíza Salazar
Quito