Nueve muertos y un número indeterminado de heridos fue el resultado del asalto a un banco costarricense con toma de rehenes que finalizó tras más de 24 horas de angustia con la entrega a la policía del último asaltante y la liberación de su única rehén.
 
El dramático atraco, que mantuvo en vilo al país, terminó hacia las 20h00 (02h00 GMT de este jueves) cuando el último asaltante, no identificado, se entregó voluntariamente a las autoridades y liberó a una mujer identificada como Elizabeth Hurtado.
 
El robo a mano armada comenzó en la tarde del pasado martes en la sucursal del estatal Banco Nacional de Costa Rica en la montañosa localidad de Monteverde, en el noroeste del país.
 
Según imágenes difundidas por la televisión local, el atracador, de baja estatura y tez morena, fue esposado por agentes judiciales y su detención fue confirmada a la prensa por el ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, quien apenas aportó detalles sobre los hechos ocurridos en la sucursal.
 
Su entrega puso fin a una dramática toma de rehenes de más de 24 horas, de la que fueron liberadas o pudieron escapar 21 personas.
 
El asalto frustrado a la entidad bancaria y la posterior toma de rehenes dejó nueve muertos: tres asaltantes, un policía y cinco rehenes, según el parte oficial de víctimas.
 
Versiones periodísticas no confirmadas oficialmente afirman que los asaltantes eran cinco, de los cuales tres murieron, uno se entregó y otro supuestamente se fugó al comenzar el asalto.
 
Varios de los rehenes liberados, algunos de los cuales escaparon por sus propios medios, presentaban graves heridas de bala, por lo que fueron trasladados a varios centros hospitalarios, aunque se desconoce el número exacto de heridos.
 
Ramos indicó que el último asaltante se rindió de "forma voluntaria", entregó sus armas y no puso condición alguna con las autoridades para que liberara a su última rehén.
 
El atraco comenzó cuando un grupo de varios hombres armados entró por la fuerza en la oficina bancaria, donde dos de ellos fueron abatidos por uno de los efectivos de seguridad de la sucursal, Álvaro Castro, quien resultó herido en la refriega pero logró escapar.
 
Un grupo de policías costarricenses irrumpió en la tarde del miércoles en la sucursal, donde se escucharon varias detonaciones y logró liberar a varios rehenes, aunque se ignora qué ocurrió dentro.
 
A lo largo de toda la jornada del miércoles, las autoridades se mantuvieron herméticas sobre el caso con el fin de no entorpecer las negociaciones que mantuvieron con los asaltantes.
 
Entre las personas liberadas figura una mujer de 29 años y con siete meses de embarazo, identificada como Nancy Ramírez.
 
Ramírez, funcionaria del banco, habría sido "canjeada" por las autoridades, las cuales lanzaron a los secuestradores un paquete al interior del banco, cuyo contenido se desconoce, a cambio de la liberación de la embarazada.
 
Otro de los liberados es un turista extranjero (su nacionalidad no ha sido precisada, aunque se especula que es canadiense), identificado como David Sunders y quien fue trasladado al Hospital México, en San José, tras ser herido de bala, según confirmó el médico Mauricio Samarriaga.
 
Otra mujer liberada fue identificada como Francini Prendas, quien presentaba una crisis nerviosa, al igual que el joven Steven Villegas, quien era cliente del banco y logró salir por sus propios medios de la agencia.
 
Tras el desenlace del secuestro, los forenses realizaron el levantamiento judicial de varios cuerpos que aún permanecían en el interior de la sede bancaria con el fin de poder ofrecer hoy las identidades de las víctimas.