Italia despidió este lunes con funerales de Estado al agente secreto Nicola Calipari, baleado en Bagdad por soldados estadounidenses mientras protegía a una rehén recién liberada, y espera explicaciones de Estados Unidos sobre este grave incidente que indignó a la opinión pública.
 
Cientos de personas, entre ellas el presidente de la República italiana, Carlo Azeglio Ciampi y el presidente del Consejo, Silvio Berlusconi, asistieron a la ceremonia celebrada en la basílica de Santa María de los Angeles por el hermano del difunto, el sacerdote Maurizio Calipari.
 
El paso del cortejo fúnebre, con el féretro de Nicola Calipari, quien murió  de un balazo en la cabeza al interponerse para proteger a la periodista  Giuliana Sgrena, liberada el mismo día tras un mes de secuestro en Iraq, fue  aplaudido por los romanos.
 
"Es el momento de rendir homenaje todos juntos, sin polémicas, al gesto heroico de Nicola Calipari", declaró con la voz quebrada durante la misa el subsecretario de Estado, Gianni Letta, responsable de los servicios secretos  italianos y amigo personal del agente.
 
Emocionante fueron también las simples palabras del jefe de los agentes secretos militares (Sismi), Niccolo Polari, quien entre lágrimas recordó a  Calipari por "su lealtad, sus buenos modales, su bondad, su inteligencia y  determinación", dijo.
 
La muerte del agente por "balas amigas" desconcertó a los italianos y deterioró las buenas relaciones entre Italia y Estados Unidos.
 
La versión contada por la periodista liberada en el diario Il Manifesto, que sigiere que ella se había convertido en un blanco para las fuerzas  estadounidenses porque se oponen a negociar con los secuestradores, no convence  a los estadounidenses que la calificaron este lunes de "absurda".
 
"Resulta absurdo sugerir que nuestros soldados deliberadamente hayan disparado contra civiles inocentes. Es sencillamente absurdo", indicó este  lunes el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan.
 
"Tenemos muy buenas relaciones con el gobierno de Italia. El primer ministro Berlusconi es alguien a quien el presidente considera un buen amigo",  indicó el vocero.
 
Políticos italianos de todas las corrientes coindidieron en reclamar a Estados Unidos toda la verdad sobre las circunstancias del incidente.
 
El jefe de gobierno italiano anunció que comparecerá el miércoles ante el Senado para contar lo ocurrido y que el ministro de Relaciones Exteriores,  Gianfranco Fini, lo hará el martes ante la Cámara de Diputados.
 
Berlusconi presiona también para que Estados Unidos dé una explicación detallada y satisfactoria sobre el incidente.
 
El presidente George W. Bush y la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, prometieron que los hechos serán investigados a fondo e  inicialmente aseguraron que el convoy se movilizaba a alta velocidad y que no  había respetado un puesto de control de la carretera, lo que fue desmentido por  la reportera.
 
Igualmente, el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrel, pidió este lunes a Estados Unidos "esclarecer" las circunstancias de la muerte del agente Calipari.
 
Las investigaciones primarias realizadas por magistrados italianos no arrojaron evidencia para sustentar la acusación de que las tropas  estadounidensas dispararon deliberadamente contra Sgrena, indicaron fuentes de prensa italianas.
 
La justicia italiana abrió una investigción judicial del incidente por homicidio premeditado y por intento de homicidio.