En el área urbana de la ciudad existe un total de 643.334 microempresarios, de los cuales alrededor del 66% corresponde a pequeños negocios de personas con bajos ingresos, según una Encuesta Nacional de Microempresas, difundida por la Superintendencia de Bancos. “Así, es necesario que los microempresarios de bajos ingresos o pobres con iniciativas empresariales accedan a fuentes de financiamiento, de manera que pueda aumentar la productividad,  ampliar y diversificar sus pequeños negocios”, señala el documento del organismo.

En el sector financiero privado, el crédito destinado al sector microempresarial creció entre julio del 2002 y noviembre del año pasado en el 40,5%, tras lo cual alcanzó más de 300 millones de dólares. Entre el 2003 y el 2004, la oferta de proveedores de créditos para microempresas creció en el 78%, pues ingresaron a este segmento del mercado diez cooperativas de ahorro y crédito, cinco bancos y  tres sociedades financieras.

Para la Superintendencia, el objetivo es canalizar los pequeños montos al sector productivo, creando microempresas. Sus técnicos, refiriéndose a los ex servidores públicos, consideran que “siempre será mejor invertir que hacer dinero del bolsillo”.