9Un hecho que ha causado noticia en nuestro medio es el retiro de los torniquetes en los transportes públicos de pasajeros en  Guayaquil.

Y es que ahora los usuarios –ancianos, minusválidos y estudiantes– que se sentían afectados, han tomado la justicia por su propia mano y los han retirado personalmente porque no toleran más la pasividad de las autoridades y el abuso de quienes dan el servicio de transporte.

Se ha llegado a la medida de hecho; era notoria la expresión –mezcla de descontento, rabia, impotencia– de quienes prácticamente “arrancaban” el torniquete de su base, incluso se vio en la televisión cómo un estudiante golpeaba a un chofer; se llegó al extremo de que una persona se acostó en la avenida Quito, delante de un transporte, para impedir que avance y así lograr el propósito.

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Ya un juez había aceptado la petición de los “quejosos” y había aprobado que los dueños de los transportes hagan retirar los torniquetes. Lamentablemente eso se da ya en todos los órdenes, está claro que al “arrancar” los torniquetes parecía como que el populacho quería sacar de raíz todas las injusticias que a diario vivimos, en casi la mayoría de las instituciones públicas, (Cortes de Justicia, IESS...).

Hoy fueron los torniquetes, ¿mañana, qué será? No esperemos que el mal avance. Los gobernantes están llamados a dar buen ejemplo y no solo contentarse con afirmar que si es posible van a “morir en el intento”.

Ab. Elvira Morla Larrea
Guayaquil