El cadáver del agente secreto italiano Nicola Calipari, muerto en Iraq cuando protegía a la periodista Giuliana Sgrena de las ráfagas disparadas por tropas de Estados Unidos, fue recibido en la noche del sábado en Roma con honores de héroe.

Los restos de Calipari, de 50 años, quien estaba casado y con dos hijos, fueron recibidos en el aeropuerto militar de Ciampino por el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, el primer ministro, Silvio Berlusconi y su viuda, Rosa María.

Por su parte, las autoridades estadounidenses prometieron investigar a fondo el incidente en el que fue herida la periodista italiana Giuliana Sgrena y resultó muerto el agente que la protegía, para evitar el deterioro de su relación con Italia, uno de sus principales aliados en Iraq.

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La secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, llamó por teléfono al ministro de Asuntos Exteriores italiano, Gianfranco Fini, y le garantizó que se harán "todos los esfuerzos" para aclarar el incidente, ocurrido el viernes en Bagdad.

Pero a pesar del anuncio, el suceso reavivó el resquemor de la población italiana contra EE.UU. y asestó un golpe a sus relaciones bilaterales, a la espera de una explicación de Washington. La oposición en Italia exige el retiro de tropas de ese país en Iraq.