La oposición al Gobierno, liderada por los socialcristianos, socialdemócratas y Pachakutik,  apuesta a la presión social para que los diputados Marco Proaño Maya (PRE), Jorge Montero (CFP) y Segundo Serrano (PSE), cuyos votos son clave, se sumen a la aprobación de una resolución que cese a la actual Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Alfonso Harb (PSC) y Julio González (Pachakutik) comentaron que el debate sobre las razones para cambiar la Corte se agotó y que ahora lo que resta es aprobar una resolución que deje sin efecto lo actuado al respecto,  en diciembre del 2004.

González precisó que el ultimátum de la Asamblea de Pichincha fue claro, ir a la revocatoria del mandato de aquellos legisladores que dicen que se debe modificar la actual Corte, pero se enredan al momento de consignar su voto.

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Indicó que el próximo martes exigirán que se incluya en el orden del día la continuación del debate y resolución de la situación de la CSJ.

Ayer,  Marco Proaño Maya insistió en que no consignó su voto a favor de la resolución porque consideró que no debe haber una vacancia judicial y porque era mejor votar artículo por artículo la resolución planteada por Luis Fernando Torres (PSC).

Pero, agregó, que por las declaraciones del Jefe de Estado quien anticipó un veto o una demanda de inconstitucionalidad en caso de aprobarse una ley interpretativa, cambiará su posición  el martes.

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El cefepista Jorge Montero justificó el no haber votado por la resolución con las mismas razones de Proaño Maya, y añadió que en la sesión del martes el país conocerá su posición definitiva al respecto.

Segundo Serrano, señaló que abandonó la sesión porque su esposa está enferma, pero que si hubiera estado presente tampoco era seguro que consignaría su voto, porque no está de acuerdo con el procedimiento.