El caso de  Alejandro Vicente Jiménez,  también productor de orito en Bucay, es diferente. Su estado independiente  no le ha restado  el cupo con la exportadora.

Actualmente, Jiménez cuenta con  6 hectáreas y produce  100 cajas por hectárea  semanalmente, producción que le vende  a la bananera Noboa   a $ 3,20 la caja  de 16 libras.

“Para nosotros es un buen precio, tenemos 300 dólares  semanales y algo nos queda para la comida, aparte de  eso tengo naranja que me ayuda, no vivo ni bien ni mal pero me ayuda, solo tengo que trabajar para ganar más, si trabajo más no tengo que pagar jornales y yo me gano mi día”, expresa Jiménez.

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“Nunca hago cálculos de cuánto gasto, compro lo que necesito para producir y de aquí mismo saco los colinos para aumentar las plantas en la finca, pago de jornal  5 dólares de 7 a 11 de la mañana, y el resto lo trabajo con mis hijos, lo único que sé es que   me alcanza para sobrevivir y eso es suficiente”, enfatizó el productor.

“No me afilio a la asociación  porque soy independiente, no he necesitado de nadie y lo único que hago es trabajar. Si estoy en un gremio pierdo tiempo en reuniones y yo tengo que dedicarme  a lo mío.  A mí  no me importa si los demás producen más por hectárea,  yo vendo lo que saco, estoy en lo mío y es lo que defiendo, así me compran la fruta y no tengo problemas con nadie”, resaltó el agricultor.

“Nunca me han rechazado  el producto, me gusta trabajar con calidad.  A medida que iba ganando fui construyendo la empacadora y con las instrucciones de los técnicos me va bien.

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“Es difícil vivir en el campo, pero trabajando se logra tener las cosas, tengo que planificar, esto es como la lechería, hay semanas buenas y  otras malas.

“Me queda algo para ahorrar tengo que hacerlo  porque  si caigo enfermo, qué hago, es importante dejar algo para más tarde”, concluyó el productor.

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