Para nadie es un secreto que en la raíz de muchos de los problemas del país se encuentra la baja calidad de la educación.

En estos días algunas notas de prensa nos informan que maestros que rendían las pruebas para calificar para llenar algunas vacantes, copiaron durante ellas, escribieron con muchas faltas de ortografía y aprobaron con notas bajas, como 50 o 28 sobre 200. Quizás esto explica la realidad educativa y muchos de los problemas del país. No habrá verdaderos cambios cualitativos en la educación mientras no mejore la calidad de los maestros.

Si a esto le sumamos la situación económica de los padres de familia que tienen dificultades para adquirir los libros y materiales para sus hijos, lo cual muchas veces impide que los matriculen en las escuelas, es fácil entender el deterioro en la formación de niños y jóvenes.

Frente a esta realidad hay que destacar la decisión del Municipio de Guayaquil de apoyar a los niños que cursan hasta séptimo año de educación básica, entregándoles gratuitamente los libros que requieren.

Los niños de primero de básica recibirán un texto único, que contiene los ejercicios necesarios para prepararlos para la lectura y la escritura y los niños de segundo a séptimo recibirán tres libros: Lenguaje, Matemáticas y Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, en este último se incluyen contenidos de ética y valores cívicos.

El Municipio integró una Comisión Asesora y una Comisión Técnica Pedagógica con personas de gran experiencia en el campo educativo, convocó a un concurso entre las editoriales y logró que una Comisión de Evaluación y Selección tomara la decisión. El concurso fue ganado por tres de las editoriales con más trayectoria en la publicación de textos escolares.

He visto uno de los libros, que a más de texto es cuaderno de trabajo. Son libros de gran calidad, no solo didáctica, sino también gráfica y editorial. Nuestros niños tendrán en sus manos material de primera, sin costo alguno para sus padres, porque la ciudad a través de su Municipio asume la responsabilidad de proporcionárselo. Y eso es bueno, muy bueno.

Es mejor aún saber que el compromiso de las editoriales terminará cuando hayan capacitado a los maestros para el correcto uso del material, lo cual ocurrirá antes del inicio del curso.

La iniciativa municipal merece el agradecimiento ciudadano y esta columna quiere hacer público el de su autora.