Los líderes alemanes rindieron ayer un tributo póstumo al boxeador Max Schmeling en una ceremonia realizada cuatro semanas después del fallecimiento del ex campeón mundial.

Schmeling murió siete meses antes de cumplir 100 años.

El ministro de Deportes alemán, Otto Schily, dijo que Schmeling fue un héroe que mostró mucho coraje cívico al resistir a los nazis y rechazar la exigencia de que despidiera a su entrenador judío. “Después de 99 asaltos, Max Schmeling dejó el cuadrilátero con su cabeza en alto y una gran dignidad”, dijo Schily.