Las escritoras argentinas Graciela Montes y Ema Wolf coincidieron en que El turno del escriba, la obra con la que ganaron ayer el Premio Alfaguara de Novela, les permitió descubrir una época “muy heterogénea” y de “extraordinarios trasvases culturales” como la Edad Media.

Las novelistas ofrecieron ayer, en Buenos Aires, una rueda de prensa después de enterarse de que la obra que les demandó una investigación de cinco años se había adjudicado este galardón, uno de los más importantes de habla hispana.
“No hemos caído todavía. Para nosotras ya había sido un primer premio terminar la obra y no haber quedado en el camino, como nos podría haber pasado”, destacó Wolf, licenciada en Lengua y Literatura Moderna.

La autora de La sonada aventura de Ben Malasangüe reveló que la fascinación por las expediciones del viajero Marco Polo fue el denominador común que las decidió a escribir la novela.