Tras la multitudinaria marcha cívica, solicitó el alcalde Nebot que se descentralice el Servicio de Defensa contra Incendios del Cantón y se proceda de manera similar con la competencia parcial del Servicio de Alcantarillado.
Esta es la historia de un hombre que conocí solo de vista, pero del que conozco varias anécdotas que lo tornan interesante, en especial para los estudiosos de nuestra política. El aludido, de cuyo nombre no quiero acordarme, era un maestro en el arte de poner trabas a los asuntos que no eran de su interés personal, de grupo o de partido. Presidía una importante empresa autónoma de servicio público, cuyo Consejo Directivo estaba integrado por personas políticamente muy heterogéneas.
Cada vez que las sesiones del Consejo estaban a un tris de aprobar algo con lo que no estaba de acuerdo, pedía el nombramiento de una comisión para estudiar el asunto y emitir su informe sobre el caso en el mayor plazo posible. Así, pasaba mucho tiempo y el caso perdía interés y era archivado. Él sabía rebién que sus aliados incondicionales enredarían el problema hasta el día de san Blando, el que no tiene cómo ni cuándo.
Felizmente esos genios del enredo burocrático no existen en la actual administración municipal de Guayaquil. Como cumpliendo el dicho popular “el llanto sobre el difunto”, tras la multitudinaria marcha cívica, solicitó el alcalde Nebot que se descentralice el Servicio de Defensa contra Incendios del Cantón, adscrito al Ministerio de Bienestar Social, y se proceda de manera similar con la competencia parcial del Servicio de Alcantarillado.
De ese modo, pasa a ser competencia de la Municipalidad de Guayaquil la prestación de un servicio aún más eficaz y moderno que el actualmente prestado por el Benemérito Cuerpo de Bomberos.
Este último organismo ha expresado, por medio del Primer Jefe, su satisfacción por eliminarse trabas de centralismo burocrático que dificultan hasta la autogestión y el auxilio técnico que brindan al tercer mundo los cuerpos de bomberos de los países desarrollados.
También el Directorio de la Empresa Cantonal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil aceptó de buen grado la solicitud de competencia presentada por nuestra Municipalidad y resolvió transferir en forma definitiva y parcial la competencia en Alcantarillado Sanitario, en lo que respecta a las obras de infraestructura de tres sectores de la zona norte de Guayaquil: Bastión Popular, cooperativas varias y Los Vergeles.
“Por sus obras los conoceréis”, dice una frase plena de sabiduría. La actual administración municipal ha llevado a cabo tantas obras urbanas y sociales que el país está seguro de que la competencia asumida en esas dos instituciones será de beneficio no solo para nuestra ciudad sino para todo el Ecuador.