A diferencia de sus antecesores, el nuevo presidente de Uruguay, el izquierdista Tabaré Vázquez, no se crió en familias de históricos líderes partidarios ni participó de la vida política durante los tumultuosos años de las décadas de 1960 y 1970.

Médico de 65 años, especializado en Oncología (cáncer), ingresó en la política en 1985 tras el fin de la dictadura militar y en 1989 fue el primer alcalde de izquierda.

Vázquez nació en una familia obrera. Su padre trabajó en un frigorífico y luego ingresó en la petrolera estatal donde desarrolló actividad con el sindicato.

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Según analistas, el origen humilde del nuevo presidente le abrió las puertas de sectores populares que antes se dejaban conquistar por los discursos tradicionalistas y por el miedo a los cambios propuestos por la izquierda. Su padre fue encarcelado durante la dictadura y su hermano menor también estuvo en prisión por formar parte de las guerrillas urbanas que en la década de 1960 se enfrentaron al gobierno.