La candidata guayaquileña dice que participar en el concurso estaba entre sus planes, como también aprovechar una beca deportiva que tiene pendiente en Estados Unidos.

Enfrentar a grandes multitudes no es nuevo para Bianca María Salame Avilés, quien como tenista profesional ha participado en numerosos torneos nacionales e internacionales. Lo ha hecho, dice, a nombre de Ecuador y de la provincia del Guayas, a la que también ahora representa, aunque en un escenario diferente.

Ya no en una cancha y utilizando como principal arma una raqueta, sino desde las pasarelas, los programas de televisión o radio y las entrevistas, donde sus herramientas de combate son su espontaneidad, belleza y anhelo de suceder a María Susana Rivadeneira, Miss Ecuador 2004.

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Por estar acostumbrada a competir, Bianca, de 18 años, indica que al certamen de belleza entró para ganar. “Siempre voy más allá. Aspiro a llegar a Miss Universo y demostrar quiénes somos los ecuatorianos. Gente que lucha y se prepara, que posee innumerables bellezas naturales y que está permanentemente presta a recibir al turista”.

Al igual que para la competencia nacional, para la internacional se prepararía a tiempo completo. “Me esmeraría luego por ayudar a la gente. Hace algunas semanas estuvimos en Montecristi, Manabí, y sus habitantes me manifestaron varias de sus necesidades, desde entonces no dejo de pensar cómo contribuir con ellos”.

El Miss Ecuador estaba en los planes de Bianca. “Aunque confieso que quizás se adelantó un poco porque recibí la propuesta de viajar con una beca deportiva a los Estados Unidos; no obstante, la ocasión llegó. No lo pensé más y entré al concurso”.

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Estar lejos de sus padres, María Teresa y Fernando, y de sus hermanos, Tessi (que también es tenista) y Alonso, llena de nostalgia a Bianca, pero quizás lo que más extraña es un buen partido de tenis, deporte que practica desde los 7 años.
“Ya son dos meses que no sé lo que es agarrar una raqueta. Y es que no hay tiempo. Nuestros días se inician a las 06h00 y concluyen pasadas las 24h00”, señala la joven, quien advierte que hace el comentario pero no se queja, ya que las fotografías y el modelaje siempre llamaron su atención. “Soy modelo de pasarela. Me inicié en una agencia, mas ahora trabajo de manera independiente”, subraya.

Agrega que ser amiguera es una de sus características, por ello ha hecho buena liga con las otras concursantes, en especial con María Gracia Manzano, María Lorena Crespo, Marielisa Marques, Patricia Vera y Gía Baquerizo. “Marco Tapia, el missólogo, me parece increíble, como el hecho de compartir con las chicas. Cada vez que pienso que el torneo está por concluir me da tristeza porque probablemente muchas no nos volvamos a ver”.

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La aspirante guayaquileña se define como una joven hiperactiva, que es directa, ordenada y extremadamente puntual. Entre sus lecturas favoritas constan las obras del escritor colombiano Gabriel García Márquez y antes de entrar a Miss Ecuador leía La hija de la fortuna, de la chilena Isabel Allende.

Bianca cursa el primer año de Diseño de Interiores en la Universidad Católica de Guayaquil. Escogió esa carrera porque la decoración es su fuerte, además de las manualidades y las fotografías. Su madre es su ejemplo y la describe como una mujer luchadora.