Un kamikaze cometió este lunes el atentado en  la ciudad de Hilla, afirmó un bombero que participó en las tareas de salvamento, mientras que el hospital de la ciudad daba un nuevo balance de 110 muertos y 133 heridos.
 
"Hemos encontrado las manos del kamikaze atadas al volante de su coche  bomba y un ejemplar del Corán quemado en los restos del vehículo", declaró a la  AFP este bombero, Ammar Al Ani.
 
El director del hospital de Hilla, a 100 km al sur de Bagdad, dijo que los cadáveres de cinco personas totalmente carbonizadas fueron llevados a su establecimiento, llevando según él el balance del atentado a 110 muertos y 133  heridos.
 
Poco antes, el doctor Mohamed Dia había declarado que "nuestro balance definitivo después de la evacuación de las últimas víctimas es de 105 muertos y  133 heridos".
 
El mismo médico había señalado unas horas antes 32 muertos y 45 heridos en  este atentado, que fue perpetrado en un barrio muy populoso de la ciudad, de  mayoría chiíta, alrededor de las 09h30 (06h30 GMT).
 
Este balance fue confirmado por un funcionario del servicio de información  de la provincia de Babilonia, el capitán Muthana Jaber.
 
El gobernador de la provincia, Walid Janabi, afirmó este atentado fue "un  acto cobarde contra ciudadanos que eligieron vivir honestamente y no dejarse  tentar por el terrorismo y la criminalidad".
 
La policía afirmó que este balance tan elevado se debe a que numerosas  personas se encontraban en ese lugar en el momento de la explosión. Muchos  empleados públicos hacían cola en la calle para ser sometidos a exámenes  médicos, mientras decenas de comerciantes les proponían sus productos en  puestos o directamente en el suelo.
 
"Este acto criminal fue perpetrado contra ciudadanos que no tienen ninguna  relación con el ejército y la policía y que decidieron vivir en paz", exclamó  el gobernador.
 
Por su parte, el vicegobernador, Ali Hassun, habló del "crimen más odioso  que se haya cometido jamás en esta ciudad" y lamentó que ese acto hubiera sido  dirigido contra "civiles inocentes en busca de un empleo y de pequeños  comerciantes que tratan de subsistir".
 
El director de la policía técnica, Thamer Sultan, indicó, citando los  primeros elementos de la investigación, que el automóvil utilizado en el ataque  estaba lleno de varias decenas de kilos de TNT y de numerosos obuses de  mortero, para "lograr la máxima cantidad de víctimas".
 
Sultan explicó que tres obuses de mortero que no habían estallado se  encontraban todavía entre los escombros.