La inseguridad y la carencia de servicios básicos son los problemas con los que a diario tienen que convivir los moradores de la cooperativa de vivienda 20 de Febrero,  creada hace catorce años en los terrenos de la hacienda Agrilsa, al noroeste de esta ciudad.

La cooperativa se asienta sobre una superficie de más de 180 hectáreas y una población de 5 mil familias aproximadamente, distribuidas en los barrios Nuevo Amanecer, Ciudad del Norte, Agrilsa, entre otros. Los habitantes ocuparon este sitio luego de la inundación que sufrieran en sectores como El Pantano, La Isla, en 1991.

Según José Álvarez Lúa, morador de la cooperativa, la delincuencia es alarmante, pues a diario se registran robos y asaltos contra quienes caminan por el sector.

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César Escudero Barragán, dirigente de la cooperativa, dijo que había una brigada barrial que desapareció, por lo que consideró urgente construir un retén y que la Policía patrulle el sector.

Actualmente la comunidad cuenta con el 16% de electrificación, se construyeron seis aulas en la escuela Oswaldo Guayasamín, pero sus calles no han sido lastradas y no cuentan con agua potable y alcantarillado, así como un centro de salud.

Otro de los pedidos que formulan los habitantes del sector es la construcción de un parque; “hace unos seis años, en la anterior administración solicitamos su construcción, tenemos un plano legalizado por la Municipalidad, han pasado tres períodos y ninguno ha hecho esta obra”, manifestó Germán Cerezo, morador.

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Estas tierras fueron invadidas por la hacienda Agrilsa y a criterio de Escudero, actualmente es una lotización del Municipio, porque le cobra a los moradores a cambio de inversión, pero se han colocado 150 metros de adoquinado de una calle y un parque pequeñito, aseguró Escudero.

Al ingreso de la cooperativa, se construye un complejo deportivo con recursos del Municipio, pero Álvarez dijo que si tuvieran visión de servicio, con una parte de ese presupuesto se hubiera colocado un tanque elevado.