Un grabado de mármol en una de las catedrales más grandes de Roma podría tener la respuesta a lo que millones de católicos en el mundo han preguntado en los últimos días:  ¿Superará el papa Juan Pablo II su última crisis de salud?

Según la creencia popular, la escultura de mármol en honor al papa Silvestre II, quien estuvo al frente de la Iglesia hace unos 1.000 años, se humedece cuando la muerte de un pontífice es inminente.

La leyenda dice que la tumba de mármol donde reposan  los restos mortales de Silvestre II, un papa que nació en  el año 950, reputado por sus supuestos lazos con el diablo y acusado en su época de esoterismo, rezuma humedad cuando anuncia la muerte de la máxima autoridad de la Iglesia Católica.

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El viernes, un sacerdote tocó la escultura en la basílica San Juan de Letrán de Roma y confirmó que estaba seca: buenas noticias para el Papa.