Grupos de izquierda efectuaron este sábado en Quito una campaña de recogida de firmas para exigir la convocatoria a una consulta popular contra el Tratado de Libre Comercio (TLC) que Ecuador, junto a Colombia y Perú, negocia con Estados Unidos.
 
Víctor Sánchez, director del izquierdista Movimiento Popular Democrático (MPD), indicó a EFE que aspira a recoger un millón de firmas, hasta abril próximo, para solicitar legalmente al Tribunal Supremo Electoral la organización del plebiscito.
 
A esa campaña se han integrado los mayores grupos sociales del país, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), las centrales sindicales, los gremios estudiantiles y las asociaciones campesinas, entre otros, que ya empezaron hace algunas semanas a recoger las rúbricas.
 
Esas organizaciones, explicó Sánchez, se reunirán en Quito el próximo 5 de marzo para evaluar la marcha de la campaña, que hasta el momento ha logrado recoger "unas 200.000 firmas".
 
"No es difícil llegar a la meta (un millón de firmas), porque a todas luces el tratado con EE.UU. es inconveniente y la gente percibe que los perjudicados podemos ser todos los ecuatorianos", añadió.
 
El convenio será "la sentencia de muerte para nuestro país, cuyo desarrollo es insuficiente para entrar a competir con la gran potencia, que además pretende aprovecharse de nuestras riquezas naturales para su exclusivo beneficio", apuntó Sánchez.
 
El activista agregó que para finales de marzo, las organizaciones que se oponen al tratado con EEUU crearán un "Frente contra el TLC", que a su vez organizará "una gran jornada de protesta en todo el país para frenar este desmedido interés del Gobierno nacional para congraciarse" con Washington.
 
Pese a que el MPD es una fuerza aliada al Gobierno en determinadas circunstancias políticas, Sánchez aseguró que su grupo, junto con los otros movimientos sociales, no permitirán "que esta desgracia para el país se consume".

Anunció también que el próximo lunes se efectuarán en Quito algunas acciones de protesta ante la reunión de coordinación de los tres países andinos con los negociadores oficiales, para "dejar en claro que el pueblo ecuatoriano no quiere el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos".