El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, ratificó ayer que su gobierno llevará adelante el proceso de autonomías regionales, y la Asamblea Constituyente que permitirá la refundación de este país andino de ocho millones de habitantes.

“No se puede concebir a Bolivia sin Santa Cruz ni a Santa Cruz sin Bolivia”, dijo Mesa la noche del jueves en la ciudad amazónica de Santa Cruz de la Sierra, a la que viajó para asistir a la celebración de los 50 años del diario El Deber.

Mesa fue recibido con apatía por los grupos empresariales de Santa Cruz, en su primera aparición pública de este año en ese departamento, que el 28 de  enero pidió la instauración del proceso de autonomías en Bolivia.

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Para evitar un fraccionamiento interno de su país, el gobierno de Carlos Mesa aceptó convocar para el próximo domingo 12 de junio a una elección de prefectos (gobernadores) en los nueve departamentos de Bolivia.

La Corte Nacional Electoral planteó que el mismo día se haga la elección de prefectos y miembros de la futura Asamblea Constituyente, y dejar para un segundo proceso el referendo para las autonomías.

Mesa aseguró también que la Constituyente será un paso posterior a la consulta sobre autonomías regionales.

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Además, el Mandatario reconoció que Santa Cruz, el departamento más pujante de la maltrecha economía boliviana, está liderando a su país con el pedido de las autonomías lo que será útil “al diseño de un nuevo país” que deberá concretarse con la convocatoria a la Asamblea Constituyente.