La Conferencia Episcopal Ecuatoriana mostró ayer su preocupación porque se establezca una dictadura en Ecuador, debido a la acumulación de los poderes en una sola persona: el presidente Lucio Gutiérrez.

“Como pastores advertimos que nos da cierto temor de que se rompa el diálogo (entre gobierno y oposición)”, indicó monseñor Vicente Cisneros, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.

Cisneros consideró que el Ejecutivo debe propender a un diálogo abierto con el Legislativo para la reestructuración de la Corte Suprema.

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El mejor sistema de un país, dijo, es el democrático y constitucional. “El peligro de dictadura puede darse en cualquier régimen, ya hemos tenido experiencias negativas en el pasado”, puntualizó.

Ayer, la Curia emitió una Declaración por la Cultura de la Legalidad y la Justicia. Cisneros anunció que la CEE solicitará al Congreso que analice conformar una tercera Corte constitucional. 

En cuanto a la detención de José Gallardo, Cisneros indicó que “el general goza de nuestra amistad, solidaridad y el reconocimiento de que ha sido una persona correcta”.

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Lo importante, agregó, sería que se le dé a este “héroe nacional la oportunidad de defenderse... ofrecemos un respaldo moral a Gallardo”.

En otro tema, Cisneros dijo que espera que la intervención de la Fundación Mariana de Jesús y otras organizaciones regentadas por comunidades religiosas no responda a una política planificada por el gobierno de Gutiérrez.