La electricidad se obtiene mediante sistemas que utilizan al estiércol como materia prima.

La hacienda Pozo Azul se ha convertido en un atractivo turístico por su insólita, económica y ecológica forma de conseguir que 180 vacas Holstein produzcan leche y electricidad en el cálido Caribe costarricense.

Estas vacas lecheras, de pelaje blanco y negro, sobreviven al calor y producen 2.000 litros de leche diarios por medio de un sistema de ventilación que las mantiene húmedas, frescas y cómodas durante todo el día.

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Y es que el hábitat natural de estos animales son zonas a más de 1.500 metros de altura y con temperaturas bajas.

Pero, lejos de parecer un lujo, la peculiar idea es un ejemplo de ahorro económico, pues, además de producir leche, las vacas contribuyen a la generación de energía eléctrica, abono y la conservación del medio ambiente.

Los animales viven en La Virgen de Sarapiquí, un pueblo ubicado a 79 kilómetros al noreste de San José, a tan solo 150 metros sobre el nivel del mar y con temperaturas que pueden llegar a los 38 grados centígrados.

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Alberto Quintana y su familia, dueños de la hacienda Pozo Azul, se dieron a la tarea de instalar una serie de abanicos gigantescos a los que se adhieren mangueras que expulsan gotas de agua.

“El viento que generan los abanicos, sumado al agua de las mangueras, baja la temperatura del corral hasta 15°C”, explicó Max Martínez, trabajador de la finca.

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Los ventiladores funcionan con energía eléctrica producida por gas metano extraído del estiércol de las mismas vacas que reciben el ‘frío beneficio’.

“Tenemos un sistema en el que todo se recicla. El excremento de las vacas pasa a un tanque donde recibe agua a presión para que pierda textura, y luego pasa por tres filtros donde se extrae la fibra más gruesa”, expresó Martínez.

El producto final llega a un depósito “biodigestor”, que extrae el gas metano del estiércol. Posteriormente el gas pasa a otras máquinas que lo transforman en electricidad.

Los restos del excremento son llevados a otro depósito donde se mezclan con lombrices para fabricar un abono orgánico que sirve para las plantaciones de pasto y plátano de la hacienda.

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