Un grupo de investigadores anunció esta semana el hallazgo de un elemento importante que explica cómo el virus del sida (VIH) muta para escapar de las defensas inmunitarias del cuerpo, lo que podría  eventualmente permitir la creación de una vacuna.

Este trabajo, presentado en la 12ª Conferencia Anual sobre Retrovirus, que tiene lugar esta semana en Boston (noreste), y publicado en la revista británica Nature, demuestra cómo el VIH modifica su apariencia para ingresar en las células.

El estudio fue realizado en el hospital pediátrico de Boston y en la  escuela de medicina de Harvard por el médico Stephen Harrison, responsable del equipo de investigación del Instituto Médico Howard Hughes.

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Estos científicos pudieron obtener una imagen tridimensional de una proteína llamada gp120 (un elemento de la membrana del VIH) antes de que el virus mute y se acople a los receptores llamados CD4 sobre la superficie de la célula que busca infectar al penetrar al interior, donde luego se puede reproducir, explicó Harrison.

“Comprender cómo la proteína gp120 se modifica y se reforma en contacto con el receptor CD4 proporciona información valiosa sobre el proceso, al abrir una nueva vía para la producción de elementos que impidan esa transformación”, como medicamentos o vacunas, agregó.

Harrison también indicó que ciertos componentes ya desarrollados tendrían una acción inhibidora sobre la capacidad mutante del virus.

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“Este descubrimiento también nos ayudará a comprender por qué es difícil fabricar una vacuna antisida, lo que nos permitirá abordar el tema desde nuevos enfoques”, agregó el médico.

Según los organizadores, el enfoque celular será el objeto de varias presentaciones alentadoras en el Congreso, que reúne hasta hoy a 3.800 investigadores y médicos.

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La puesta a punto de una vacuna que permita una prevención eficaz no es esperada para los próximos años, por lo cual la estrategia a corto plazo es combatir con más armas simultáneas los patógenos mutantes, dijeron especialistas.

Para hacerlo, los expertos siguen combinando vacunas para estimular dos tipos de defensa: la producción de anticuerpos en la sangre que neutralicen el virus antes de que penetre en las células y una reacción inmunitaria celular.

La pandemia del sida afecta a 39 millones de personas en el mundo y más de tres millones murieron en el 2004.

“Una vacuna eficaz y sin riesgo es esencial”, indicó Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Salud para las enfermedades infecciosas y las alergias.

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