¿Qué quiso decir con eso? Difícil saberlo. Hace pocos días, la propaganda oficial por televisión le recordaba a los guayaquileños la especial atención que este régimen le habría dado a esas obras. ¿Quedó aquel mensaje para el olvido?

Nadie niega que el sector amazónico merezca una atención especial de este y de cualquier Gobierno, y no porque el Presidente de turno sea oriundo de esa región sino porque sucesivas administraciones gubernamentales la desatendieron injustamente. Pero eso no podría servir de pretexto –como aparentemente supone el Ministro– para que se comiencen a desatender otras regiones, o peor aún que se abandonen proyectos importantes ya iniciados.

Los funcionarios públicos del régimen actual tienen la tendencia a jugar con las palabras. Primero afirman algo y luego lo niegan, o lo aclaran, o lo precisan. Suponemos que en esta ocasión ocurrirá lo mismo, y que el funcionario aludido desmentirá que se vayan a postergar las obras mencionadas. La rectificación, en este caso, será bienvenida.

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Que se cumpla con la Amazonia, pero sin que eso sirva de justificación para actitudes irresponsables hacia el resto de ecuatorianos. Entendamos de una vez por todas que la prioridad no está en esta o aquella sección de la patria; la única prioridad es siempre el Ecuador.