El nuevo trasplante al que fue sometido Juan Carlitos Bravo, el menor de 6 meses que viajó a Argentina para curarse de una cirrosis hepática, empieza a tener efectos positivos en su salud.

El hígado (de un joven de 20 años oriundo de Córdoba) que le fue colocado el pasado domingo comenzó a funcionar, relató el padre del niño, Juan Carlos Bravo, en un correo electrónico.  Agregó que los riñones también han mejorado su funcionamiento y han bajado los niveles de urea y creatinina. Pero aún se somete a diálisis cinco horas diarias para evitar una descompensación en su organismo.

El niño permanece en terapia intensiva y está consciente, pero –dijo Bravo– lo mantienen dormido porque es muy activo. “El doctor D’Agostino (Daniel) me dijo que estaba mejorando día a día”. Héctor Alvarado, el otro menor que viajó en enero, también está en terapia intensiva para hacerle un seguimiento más minucioso.