La Federación Española de Fútbol multó ayer al Málaga y Getafe con 800 dólares cada uno, después que sus aficionados gritaran insultos racistas el pasado fin de semana a jugadores visitantes.

El portero del Espanyol, Carlos Kameni, fue objeto de cánticos racistas en el estadio de La Rosaleda de Málaga, motivo por el cual el árbitro Alfonso Pérez decidió detener el partido.