Las bacterias, que causan varios tipos de enfermedades, como la disentería y la peste bubónica, utilizan unas especies de "agujas" para atacar a las células y algunas han desarrollado escudos para protegerse del sistema inmunitario, dijeron este jueves investigadores.
 
Los hallazgos podrían conducir a nuevos tratamientos, aunque en el caso de la disentería esto podría ser muy difícil, según reportaron los investigadores en la edición del viernes de la revista Science.
 
"Esta es la primera descripción de que las bacterias son capaces de usar agujas y escudos, lo que demuestra por qué (el agente que causa) la disentería puede infectar al organismo de manera tan eficaz", dijo Christoph Tang, del Colegio Imperial de Londres, quien dirigió el estudio.
 
Los investigadores, en colaboración con un equipo científico del Instituto Pasteur, en París, utilizaron un microscopio de electrones para estudiar unas diminutas estructuras, como "jeringas moleculares", de bacterias del género Shigella, que usan estas "agujas" para penetrar en las células del revestimiento intestinal.
 
Estas células se inflaman y esto, a su vez, causa cólicos y las diarreas sanguinolentas características de la disentería.
 
El equipo de Tang halló que el sistema inmunitario pueden reconocer a estas "agujas" y entonces ataca a las células.
 
Por eso, las bacterias también usan un "escudo en su superficie, en forma de una molécula compleja, llamada lipopolisacárido, que esconde la "aguja" de los anticuerpos que patrullan el cuerpo.
 
Estas estructuras protectoras reducen su tamaño lo suficiente como para que la aguja inocule proteínas tóxicas en la célula.
 
"Este descubrimiento expande grandemente nuestra comprensión de cómo las bacterias pueden evolucionar. Sin embargo, es poco probable que esto resulte en nuevos tratamientos o vacunas contra la disentería", expresó Tang en un comunicado.
 
"En este caso, la bacteria que provoca la disentería se ha convertido en un agente peligroso y muy eficaz", añadió.
 
Cada año, la bacteria Shigella dysentery causa la muerte de hasta un millón de personas en el mundo.
 
En otro estudio, Guy Cornelis, de la Universidad de Basilea, en Suiza, y sus colegas, estudiaron a la bacteria Yersenia enterocolitica, que también utiliza "agujas" para atacar a las células.
 
En este caso, la aguja ha evolucionado y puede alcanzar un largo suficiente como para penetrar a una célula.
 
"Así que es probable que el largo de la aguja hay evolucionado para ajustarse a estructuras específicas en las superficies celulares y bacterianas", escribieron los científicos.