Ni el referéndum planteado por el jefe de Estado, coronel Lucio Gutiérrez, ni el del ex vicemandatario León Roldós caben en este momento. Así lo sostiene el vicepresidente de la República, Alfredo Palacio, quien argumenta que “en este instante una consulta popular solo puede ser utilizado como elemento para distraer la atención”.

En diálogo con Ecuavisa, Palacio sostuvo esta mañana que al convertir el año 2005 en uno electoral, más el 2006, cuando se presenten las elecciones presidenciales, se dejarán de lado “los problemas profundos de la Patria”, como el petróleo y la deuda externa.

En su exposición, el Vicepresidente manifestó que el Estado, que tiene signos de “inestabilidad política, social, económica y hasta biológica”, es caduco y necesita un cambio, que debe “ser a largo plazo, pero tiene que empezar ahora con cambios inmediatos”, recalcó.

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Antes de solucionar “el problema de la descomposición” se necesita enfocar “el problema de la estabilidad”, porque se necesita el ambiente adecuado para plantear las cosas allí donde podemos tener los ecuatorianos profundas divergencias. Usted no puede tratar a un paciente en media convulsión. Hay que esperar que pase la convulsión”, explicó.

Porque en este momento “el pueblo desconfía de la democracia”, el gobierno debe discutir agendas nacionales, descartando temas intrascendentes, dijo Palacio. 

Cuando fue consultado si ha sido invitado a las sesiones de gabinete, respondió que a la última que asistió fue en julio del 2004. Pese a que han pasado siete meses desde entonces, dijo que se mantendrá al margen mientras en estas se discutan   superficialidades, y no lo que en realidad importa al país. Por ello plantea que los funcionarios deben estar “dispuestos a discutir agendas públicas, que le interesen a la nación”, y no para ver cómo se sale de la coyuntura, como “los problemas políticos o cómo enfrentamos tal o cual ataque”. Solo cuando exista ese contexto, asistirá, puntualizó.
 
Finalmente, indicó que entre los acuerdos nacionales mínimos debe estar el respeto a la Constitución Política y a las leyes. “Esto es urgente”, insistió.