El escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, quien falleció el pasado lunes en Londres, se distinguió por su humor, su gran creatividad verbal, su amor al cine y, sobre todo, por sus duras críticas al gobierno de Fidel Castro, con el cual rompió desde 1965.

Tres tristes tigres (1964), la novela que lo hizo famoso en el mundo entero, es una suerte de autobiografía juguetona de la época en que aún vivía en La Habana, en los años anteriores a la revolución de 1959.

Cabrera Infante, nacido el 22 de abril de 1929 en Gibara, provincia de Oriente, cuenta en La Habana para un infante difunto (1979), el deslumbramiento que le produjo la vida en los barrios populares de la capital  cubana, donde llegó a los 12 años a vivir con su familia.

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Sus padres fueron fundadores del Partido Comunista cubano y ello influyó mucho en su sensibilidad de artista adolescente, sobre todo en la época del dictador Fulgencio Batista.

El cine, la música, la fotografía, el teatro, la literatura clásica, sobre todo Homero y Petronio, nutrirían su vocación de escritor.

Cabrera Infante estuvo en el corazón del movimiento intelectual cubano en los dos primeros años de la efervescencia creada por la caída de Batista, llegando a ser directivo del Instituto de Cine y director del suplemento literario Lunes, del periódico Revolución, hasta su clausura en 1961.

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A fines de ese año se casó con la actriz Miriam Gómez y en 1962 fue nombrado agregado cultural en Bélgica. En 1965, Cabrera Infante rompe con la revolución y comienza su exilio europeo. Tras vivir algún tiempo en España se instala en Londres, donde pasará los últimos 40 años de su vida, llegando a convertirse en ciudadano británico y  escribiendo en inglés.

Su obra hará siempre gala de una gran  libertad formal, al estilo de Cervantes,  Joyce y Lewis Carroll, mezclando autobiografía y ficción y expresando su gran amor por la manera de ser cubana. Ganó el Premio Cervantes en 1997.

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NOTAS

Incinerado
Los restos de Cabrera Infante serán incinerados en la capital británica, donde “serán guardados hasta que puedan volver algún día a una Cuba libre”, dijo su viuda, la actriz Miriam Gómez.

Llanto por el autor
Miami, la segunda ciudad con más cubanos del mundo, llora la muerte de Cabrera Infante. Por su parte, su familia   está furiosa con el  hospital donde el escritor agarró una infección, tras ser ingresado por una  fractura de cadera.