La Fiscalía de Bolivia imputó ayer al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada cargos de genocidio, al iniciar el juicio de responsabilidades en la Corte Suprema contra el derrocado mandatario.

El ex gobernante es procesado por la supuesta responsabilidad en la muerte de unas 80 personas por militares y policías, durante la revuelta popular  del 2002.