Los presidentes estadounidense, George W. Bush, y francés, Jacques Chirac, exigieron el lunes en Bruselas la "inmediata" retirada siria del Líbano, redoblando la presión sobre Damasco tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri.
La creciente desconfianza de la comunidad internacional hacia Siria tras el atentado contra Hariri quedó de manifiesto además con la acusación lanzada por el ministro de Relaciones Exteriores británico, Jack Straw, para quien existe un "alto grado de sospecha" sobre el vínculo de Damasco con ese crimen.
En ese marco, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), así como Estados Unidos y Francia, exigieron que se realice "sin demora" una "investigación internacional para aclarar las circunstancias y responsabilidades" del asesinato de Hariri.
El atentado contra el ex primer ministro libanés permitió además a Bush y Chirac, que cenaron juntos el lunes por la noche en Bruselas, volver a la cuestión de la retirada de los 14.000 soldados sirios de Líbano, ya exigida por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU votada en septiembre de 2004.
Francia y Estados Unidos exigen "la aplicación completa e inmediata de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU en todos sus aspectos", afirmó un comunicado conjunto difundido al final de la entrevista Bush-Chirac.
El comunicado franco-norteramericano no hizo más que reforzar las declaraciones formuladas poco antes por Bush, quien afirmó claramente que "Siria debe poner fin a su ocupación de Líbano", en un discurso en su primer día de su gira por el Viejo Continente.
"El pueblo libanés tiene el derecho a ser libre, y Estados Unidos y Europa comparten su interés por un Líbano democrático e independiente", señaló Bush, que habló de "la influencia de un vecino opresor".
En un renovado ataque contra uno de los países que mayor preocupación provoca en la administración estadounidense, Bush exigió además a Siria tomar acciones enérgicas para detener a aquellos que apoyan la violencia en Irak y poner fin a su ayuda "a los grupos terroristas que buscan destruir la esperanza de paz entre israelíes y palestinos".
"Sin la interferencia siria, las próximas elecciones legislativas libanesas pueden ser otro hito para la libertad", agregó el presidente estadounidense.
La UE también anunció que se mantendrá "vigilante para que las próximas elecciones legislativas en el Líbano se desarrollen conforme a un proceso electoral libre y regular sin interferencias ni influencias extranjeras".
La presión de la comunidad internacional para que Siria se retire de Líbano se multiplicó en la última semana, dando sustento además al reclamo de la oposición libanesa, que también exige la renuncia del actual gobierno pro sirio.
En medio de esta situación de creciente presión, el secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, afirmó que el presidente sirio, Bachar al Asad, quería aplicar un acuerdo interlibanés y "continuar la retirada de Líbano".
A este respecto, el ministro español de Relaciones Exteriores, Miguel Angel Moratinos, afirmó que el cumplimimento de la resolución del Consejo de Seguridad "puede llevarse a cabo con el diálogo" entre las autoridades sirias y Naciones Unidas.