Una banda de ladrones se robó una piscina que una familia noruega tenía en su casa de campo, no solo sujetada con tornillos y pernos, sino enterrada en el suelo. 

Cuando la familia Nicolaysen llegó a su cabaña en las montañas durante el fin de semana, descubrió un gran hoyo en el lugar donde había estado la piscina, que había sido instalada hace 20 años.
 
“Esto es imposible, pensamos”, dijo Arild Nicolaysen el lunes por la radio estatal NRK. “No pensamos que iba a ser posible. Nadie se puede robar una piscina”, añadió.
 
Evidentemente alguien lo hizo
Al parecer en algún momento desde principios de noviembre cuando la familia cerró la cabaña por el invierno, su piscina de cinco metros de diámetros y todo el equipo correspondiente, fue desenterrado y robado.
 
“Debe haber sido un tremendo trabajo desmantelar una piscina tan grande. Tenía una cobertura de acero alrededor, además de un forro de plástico y también un sistema de espumaderas, un sistema de filtros y un sinnúmero de mangueras y tuberías”, comentó.
 
Por su parte, la Policía dijo que nunca había visto un caso semejante. Sospecha que la piscina fue robada por alguien para usarla en un recinto privado.