Lamentablemente Ecuador está gobernado por un Presidente sin autonomía y ninguna clase de ideología política.

Actúa a conveniencia de la mayoría que lo respalda, o que le da la seguridad mayoritaria en votos en el Congreso para mantenerse en su cargo, el cual le quedó grande a pesar de haber sido un oficial del Ejército; lo cual demuestra que no todos cumplen requisitos éticos para llevar uniforme.

Dice en sus discursos perseguir a las oligarquías, pero está rodeado de oligarcas que no tienen préstamos en bancos cerrados, y que viajan a Miami cuando desean.

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¿Cuál de ellos vive en una modesta casa en Bastión Popular?, ¿cuál de ellos no posee de tres a cuatro vehículos de lujo?

Tenemos un Presidente que quiere “morir” en el intento de “cambiar” el país, pero está detrás de faldas de algunos.

Marcelo Freire Peñafiel
Guayaquil

Para un Presidente, tener un Vicepresidente con el que no se habla, debe ser peor que tener una esposa insoportable, porque de ella se puede divorciar y se acaba el problema, pero del Vicepresidente no, y el problema dura cuatro años.

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Hay que reformar la Constitución anulando la dignidad de Vicepresidente. El Congreso debe agregar este tema como una pregunta en la consulta popular; y para el caso de acefalía, el Congreso elegiría al Primer Mandatario hasta cumplir el período.

Cualquier situación es mejor que la actual. De este modo los contribuyentes se ahorrarían de financiar un cargo público y su estructura, y todo Presidente no soñaría nunca más al Vicepresidente con un serrucho en la mano.

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Daniel Poggi Liberman
Guayaquil

No causa el más mínimo asombro a la ciudadanía ver a los “salvadores” del pueblo rasgarse las vestiduras y “luchar” por las causas de la colectividad, llegando a enfrentarse incluso a altas autoridades de la República, y con los más destacados líderes de la oposición, según el caso.

Lo que sí resulta increíble es la falta de análisis neutral de medios de comunicación, de las actitudes históricas y actuales de quienes ahora buscan ser única alternativa para mejorar las condiciones de vida del país.

No es justo que se trate de engañar al pueblo de forma tan descarada, por quienes desde el espacio de poder que han manejado, nunca han hecho nada por mejorar las situaciones que ahora critican de sus opositores.

Hay que cambiar la forma de elegir a los representantes del pueblo, respetando la voluntad manifestada en las urnas en anterior consulta popular, permitiendo el voto por personas, no por partidos, eliminando la votación en plancha, haciendo factible la representación por distritos, despolitizando el Tribunal Supremo Electoral y, entre otras cosas, la forma en que medios manejan la información, la cual debe ser objetiva, dando espacio a la verdadera opinión pública, la del ciudadano común, no la del comentarista del mismo medio, o entrevistando a guisa de analista a personas involucradas en el asunto que se quiere analizar.

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No se puede seguir con la cantaleta de oponerse ciegamente a tal proyecto porque fue presentado por el partido opositor. No es válida la idea de quienes nos gobiernan, de que porque ganaron las elecciones, el pueblo está de acuerdo en sus decisiones.

José Gabriel Quintana Vera
Guayaquil