El Papa Juan Pablo II, al parecer en buenas condiciones de salud, pronunció su discurso dominical a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, 10 días después de ser dado de alta de un hospital.
 
Fue la segunda vez que el Papa participó en el ángelus dominical desde que salió del Policlínico Gemelli de Roma. Sin embargo, el Sumo Pontífice se limitó a pronunciar un par de frases el domingo anterior.
 
Desde la ventana de su despacho, el Papa, de 84 años, leyó su mensaje con voz relativamente clara. Se detuvo solo una vez para toser.
 
Al final, deseó a los fieles un feliz domingo y levantó la mano derecha para bendecirlos. En ese momento la multitud estalló en ovaciones.
 
Juan Pablo fue trasladado de urgencia al hospital el 1 de febrero, por problemas respiratorios derivados de una gripe. Regresó al Vaticano el 10 de febrero.
 
El sábado, el Papa no asistió a una misa tradicional de cuaresma en la Basílica de San Pedro, donde se instó a los feligreses para que oraran por la salud de Juan Pablo, a fin de que continúe al frente de a Iglesia Católica.
 
Juan Pablo II sufre problemas crónicos en la cadera y una rodilla, y padece el mal de Parkinson.