En la Plaza de la Independencia el presidente de la República, Lucio Gutiérrez, reunió a sus simpatizantes, que aclamaron sus argumentos sobre la lucha contra la “oligarquía corrupta” y la “regeneración política” del país.

El Gobierno midió fuerzas con la oposición, que pocos metros más allá, en la plaza de la iglesia de San Francisco (Centro Histórico), realizaba una protesta contra la reestructuración de la Corte Suprema de Justicia y los tribunales Constitucional y Supremo Electoral, realizada por la mayoría parlamentaria afín al régimen a fines del año pasado y exigían rectificaciones a Gutiérrez.

El Mandatario movilizó a simpatizantes de casi todas las provincias del país y de algunos barrios de la capital. La Plaza de la Independencia permaneció copada.

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Los participantes caminaron desde dos puntos del Centro Histórico: la Basílica del Voto Nacional, y el sector de El Tejar, donde los buses que llegaron de provincias dejaron a campesinos e indígenas.

A las 10h45, una hora y 15 minutos antes de lo previsto, Gilmar Gutiérrez, diputado y hermano del Mandatario, dio la orden para iniciar la concentración de Sociedad Patriótica (SP), desde la Basílica hacia la Plaza.

El legislador se ubicó en el centro; sus colegas, Vicente Olmedo (independiente), a su lado izquierdo, y Alejandro Cepeda (SP), a su derecha.

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Las consignas fueron “Lucio, amigo, el pueblo está contigo”, “Se ve se siente, Lucio está presente”. Hubo ciertos militantes que hacían esfuerzos por respirar, ya que sentían la falta de oxígeno, pues estaban recién llegados de Guayas, Manabí, Esmeraldas, Los Ríos, El Oro, Sucumbíos, Napo y Morona Santiago.

Luis Antonio Valencia, de Esmeraldas, aseguró que de  esa provincia arribaron cerca de tres mil personas. Reconoció ser militante del Partido Roldosista Ecuatoriano. Después de haber manifestado a favor del Gobierno, tiene la esperanza de conseguir empleo, reveló.

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Mientras tanto, en El Tejar, un funcionario del Programa Aliméntate Ecuador, del Ministerio de Bienestar Social, convocaba a los manifestantes a una “fiesta por la democracia” e indicaba a campesinos e indígenas que bajen por la calle El Tejar hacia la Plaza de la Independencia, donde el Gobierno instaló dos tarimas.

La primera, frente al Palacio de Carondelet, estaba destinada a un show artístico. En la segunda, en el atrio de la Catedral, se ubicó la tarima desde donde los diputados gobiernistas dieron discursos.

Ni la lluvia ni el frío hicieron mella en los asistentes. El ministro de Energía, Eduardo López; el gerente de la AGD, Carlos Arboleda; el ex gerente del Banco del Estado, Ricardo Borja, y el secretario de SP, Pedro Almeida; así como el subsecretario de Bienestar Social, Bolívar González, permanecieron hasta el final de la manifestación.

Mientras los dos primeros indicaron que convocaron a los empleados de los organismos que dirigen a la concentración, Borja y Almeida señalaron que cerca de 300 barrios de Quito respaldaron la movilización con sus recursos.

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Vestido con un terno oscuro, corbata roja y cuatro líneas de pintura negra dibujadas en su cara, Arboleda justificó la concentración: “El pueblo no quiere descentralización ni división de la Patria”, dijo el funcionario de la AGD.

“No nos vamos a mover para evitar que estos oligarcas den un golpe de Estado”, expresó Gilmar Gutiérrez.

A las 15h00 los manifestantes iniciaron la retirada hacia sus lugares de origen. Indígenas del cantón Cayambe salieron cansados, y con la esperanza de que el Gobierno financie proyectos de desarrollo en sus comunidades.

Mientras que el Presidente aún pronunciaba su discurso desde un balcón de Carondelet, y militantes del PSP clamaban por su reelección.