Los ex mandatarios Rodrigo Borja, Sixto Durán-Ballén y el ex vicepresidente de la República, Blasco Peñaherrera participaron en la marcha  Por la Democracia, cuyo recorrido fue desviado con cercos por la Policía. A la Plaza de la Independencia, frente a la sede del gobierno sí ingresó Sociedad Patriótica.

Moncayo lideró protesta quiteña contra gobierno.
Miles llegaron de provincias a apoyar a Gutiérrez.

El Centro Histórico de Quito se copó ayer de decenas de miles de manifestantes en sendas marchas organizadas a favor y en contra del régimen.

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Pese a que la Policía cortó, con barreras y carros antimotines, el recorrido de la marcha de la oposición, liderada por el alcalde Paco Moncayo, la protesta se desvió y llegó multitudinariamente a la Plaza de San Francisco a las 13h30 para pedir rectificaciones al gobierno de Lucio Gutiérrez.

“Basta ya” fue la consigna de Moncayo, en un discurso en el que destacó que hay que rechazar la compra de conciencias para rescatar al país y nombrar una nueva Corte Suprema de Justicia.

Organizaciones sociales de distintas tendencias junto con militantes de la Izquierda Democrática y Pachakutik participaron en esta marcha, mientras que apenas a tres cuadras de distancia, otros miles de personas se concentraban en la Plaza Grande para respaldar a Gutiérrez y participar en un show artístico. Muchos llegaron desde provincias en buses contratados por SP.

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Con siete minutos de anticipación  los manifestantes de la marcha denominada Por la Democracia, iniciaron su recorrido hacia la plaza de San Francisco. El primer grito contra el régimen se escuchó también cuando la masa empezó a moverse a las 11h53... “fuera Lucio, fuera”.

La gente en conjunto, con sus gritos exaltados y sus cánticos en contra del Gobierno, eran como un reguero de pólvora. Treinta policías estaban atrincherados en el paso por la calle Guayaquil, con dos tanques y un cerco de mallas y alambre de púas antimotines.

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“Por la Guayaquil, por la Guayaquil”, gritaban. Pero era imposible superar esa muralla y decidieron seguir por la calle Flores. Trece minutos después, apareció el alcalde de Quito, Paco Moncayo, y miró atónito el cerco policial.

Igual, los adelantados ya estaban cerca de la calle Mejía, tres cuadras más arriba. El cambio de recorrido era inevitable. Igual que la lluvia. Pero en lugar de disminuir los ánimos, las aguas incrementaron la imaginación en las consignas: “Que llueva, que ch..., Quito está en la lucha...”, comenzó a corear el grueso de la manifestación, mientras de los balcones de las casas antiguas caían pétalos de rosas.

A las 12h45, las 15 cuadras de la calle Montúfar, desde San Blas hasta Sucre, estaban completamente llenas de gente con paraguas abiertos, banderas desplegadas y carteles en alto. La estrechez de la calle aumentaba la cercanía entre los manifestantes y las consignas adquirían mayor sonoridad.

La gente alzaba sus banderas al pasar frente a los uniformados y los saludaba cantando,  “Vengan a ver, allí están los que cuidan al coronel...” o bien, “El pueblo uniformado también está cabreado...”. Un miembro de las fuerzas del orden dijo que se utilizaron 24 tanquetas en el sector, para velar por la seguridad.

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La lluvia dio una ligera tregua a las 13h15, lo que permitió avivar el paso. Los manifestantes ganaban en entusiasmo al llegar a la calle Sucre, virar una cuadra hasta la Flores e inmediatamente alcanzar  Bolívar, desde donde se podía observar a la multitud que llegaba a la plaza San Francisco.

“Lucio y Abdalá, directo a Panamá...”, se escuchaba en toda la plaza, a las 13h45, cuando tomó el micrófono el alcalde Paco Moncayo. Aún no se llenaba la plaza, y había gente que seguía ingresando a ella.

El alcalde Moncayo expresó en voz alta: “Basta de infamia, basta de usar al pueblo de Quito”. Alguien, al fondo gritó: “Vamos a Carondelet, entonces”. 

En la esquina de Benalcázar y  Bolívar, el sargento José Ormaza advertía: “por la derecha los marchantes de Quito, por la izquierda los del Gobierno”, y todos obedecían. No hubo enfrentamientos.

A las 15h00, ingresó el último grupo de las cámaras de la Producción y con ellos, la gente que había entrado primero ya se retiraba, incluso cuando empezaron más discursos, incluyendo el de la reina de Quito, Carla Torres. La misma gente que llegó a pedir rectificaciones al régimen, las mismas espaldas, pero esta vez rumbo a casa, pues nadie hizo caso esa voz que pedía ir a Carondelet.

Mandatario dio autógrafos e insultó a sus opositores

El presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, utilizó duros epítetos para calificar a la oposición, agrupada bajo el término de “oligarquía”.

Desde sinvergüenzas y miserables hasta cobardes y amanerados fueron las palabras para reclamar a quienes marcharon en su contra ayer, por no haber actuado durante la crisis bancaria.

Después de su discurso de más de una hora, el Mandatario permaneció en el balcón de Carondelet recibiendo vivas de la multitud, que le lanzaba sombreros con unas tarjetas para que las firmara. El festejo terminó a las 18h50.

FRASES
¿Por qué organizan marchas contra el gobierno? Porque está herida de muerte la oligarquía corrupta.
Lucio Gutierrez, Presidente de Ecuador

El Alcalde de Guayaquil y la Junta Cívica deben saber que el pueblo ecuatoriano no quiere descentralización.
Carlos Arboleda, Gerente de la AGD

El pueblo del Ecuador no quiere jueces con amos de ningún nombre, de ningún apellido.
Paco Moncayo, Alcalde de Quito

Mientras una (marcha) fue multitudinaria y voluntaria, la otra fue una concentración con empleados públicos.
León Febres-Cordero, Ex mandatario ecuatoriano