El asesinato del ex primer ministro libanés el pasado lunes aumentó la inestabilidad en Medio Oriente.

Irán y Siria anunciaron ayer que unirán fuerzas para enfrentar cualquier posible amenaza de parte de Estados Unidos.

El primer ministro sirio Mohammad Naji Otari afirmó que “Siria e Irán se enfrentan a numerosos desafíos y es indispensable que presenten  un frente unido”, durante una visita oficial a Teherán.

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El vicepresidente iraní Mohammad Reza Aref afirmó tras una reunión con Naji que “debido a las condiciones especiales que enfrenta Siria, Irán le enseñará a ese país sus experiencias, especialmente en lo que concierne a sanciones económicas”.

Sin embargo, en Berlín, el canciller iraní Kamal Jarrazi negó este posible bloque afirmando: “No estoy al corriente de que Irán vaya a formar frente con Siria”.

Ambos países están en la mira de EE.UU., cuyo presidente, George W. Bush, los calificó recientemente de “promotores del terrorismo”.

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La muerte del ex primer ministro libanés Rafik Hariri volvió a enfrentar a Siria con  EE.UU. y a pesar de que Damasco niega cualquier responsabilidad, Washington llamó a consultas a su embajador en Siria.

El subsecretario de Estado norteamericano, Williams Burns, exigió ayer en Beirut la retirada “total e inmediata” de los 15.000 soldados que Siria tiene desplegados en territorio libanés.

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Siria, que ejerce un poder tácito sobre el Líbano, envió 30.000 soldados a ese país en 1976 bajo un mandato de la Liga Árabe para mediar en la guerra civil.

Estados Unidos trató ayer de colocar el creciente enfrentamiento dialéctico que mantiene con Irán y Siria dentro de la esfera de la comunidad internacional, para evitar que se perciba como una causa unilateral de Washington.

“Si hablan sobre EE.UU., es una lectura equivocada fundamental del asunto. Su problema no es con EE.UU., es con la comunidad internacional”, declaró el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

Washington también acusa a Irán de procurar el desarrollo de un arsenal nuclear y ayer el jefe de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), Porter Goss, afirmó que el régimen de Teherán hace mayores esfuerzos para construir misiles de largo alcance y continúa siendo un “Estado sostenedor del  terrorismo internacional”.

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Ayer se vivió un clima de tensión ante la noticia, de que un misil cayó cerca de una planta nuclear iraní, desmentida luego por Teherán.

Mientras, el ministro de Inteligencia iraní, Alí Yunesi, dijo que creía que un avión no identificado de EE.UU. podría haber estado volando sobre Irán, ratificando un informe publicado esta semana por The Washington Post.