Una inyección de anestesia epidural en las primeras etapas del parto no aumenta las probabilidades de que se recurra a una cesárea, según el estudio publicado ayer por la revista New England Journal of Medicine.

La anestesia epidural es una inyección que se administra mediante un catéter muy delgado entre la segunda y tercera vértebra lumbar, o entre la tercera y cuarta. Esta inyección en el fluido que rodea la médula espinal anestesia el área abdominal, los genitales y la pelvis.

El Colegio estadounidense de ginecólogos recomienda que cuando sea factible se demore la administración de la anestesia a las primerizas hasta que la dilatación cervical llegue a 4 o 5 ctms.