Según un informe  de la Cepal, ocho sectores están listos para la competencia. Un número similar, no.

Un estudio que efectuó la Comisión Económica para América Latina (Cepal), a pedido del Ministerio de Comercio Exterior, advierte sobre la fragilidad del sector agropecuario ante la vigencia del Tratado de Libre Comercio con los EE.UU.

Los resultados preliminares del análisis de la Cepal indican que existen ocho sectores preparados para la apertura (banano, flores, piña, plátano, mango, entre otros) y un número similar que no lo está y que verá reducir su participación en la economía nacional tras la aplicación del acuerdo comercial.

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En el último grupo, de productos sensibles, están el arroz, el maíz, el fréjol, la papa, la soya, la carne vacuna, quesos y cítricos.

Uno de los problemas del sector es la escasa tecnología.

La vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los EE.UU. tendrá efectos negativos para los productores de arroz, maíz, fréjol, papa, soya, carne vacuna, quesos y cítricos, que no están listos para competir, concluyó la Comisión Económica para América Latina (Cepal) en un estudio del impacto del acuerdo comercial en el sector agropecuario ecuatoriano.

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Mientras tanto, señala el documento, el Tratado puede beneficiar al banano, las flores, la piña, el plátano, el mango, el cacao en grano, el palmito y el brócoli, productos que tienen potencial y que están preparados para la apertura.

Patricio Dávila y Daniel Badillo trabajaron en el estudio y ayer, durante la exposición de sus resultados –por el momento preliminares–, explicaron que la intención es definir las ventajas y desventajas del TLC para el sector.

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Durante el análisis se colocó a los principales productos agropecuarios del país frente al siguiente escenario: el TLC entra en vigencia sin que los EE.UU. elimine sus subsidios agrícolas y no se excluye a ningún producto de la desgravación arancelaria (es decir, la apertura comercial es total).

Diego Borja, presidente de la Asociación de Exportadores de Flores (Expoflores), coincidió ayer con las conclusiones del estudio; “con o sin acuerdo tenemos potencial”, dijo.

El trabajo de la Cepal tomó en cuenta la heterogeneidad del sector agropecuario, evaluada en tres aspectos: nivel de tecnificación de las unidades productivas (empresas, cooperativas o productores solos), capacitación de los productores y el entorno natural de las regiones.

De las 842.900 unidades productivas que existen en el país, el 53% sirven para la subsistencia, 43% son empresas tradicionales y apenas el 4% aplica tecnología de punta; lo cual revela, según la Cepal, un desarrollo incipiente y niveles bajos de productividad.

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El organismo mide los efectos del TLC en el sector a través de dos parámetros: el valor bruto de producción (VBP) y el empleo. El primero refleja el peso que un producto tiene dentro de la economía nacional. La leche, la carne, el maíz y el arroz serán, bajo el escenario que plantea la Cepal, los productos que más valor perderán.

En las provincias de Los Ríos y Azuay, la mayor reducción de fuentes de trabajo se dará –de acuerdo con el análisis– en las unidades productivas de subsistencia; en Cañar, Bolívar y Esmeraldas, las más afectadas serán las unidades tradicionales; y en Cañar, Bolívar, Manabí, Imbabura y Chimborazo, aquellas que tienen tecnología de punta.

Patricio Maldonado, dirigente del gremio agrícola, reconoció ayer la sensibilidad del sector; y advirtió que la negociación del TLC debería suponer, también, un mayor apoyo en tecnología, investigación e inversiones.

NIÑOS

TRABAJADORES
Uno de los datos que incluye el estudio de la Cepal, hecho público ayer, es la cantidad de niños que trabaja en el área agrícola. En el país, según las cifras del último censo, existen alrededor de 3’166.000 menores, entre 5 y 17 años. El 25% de ellos trabaja; y de este porcentaje el 60% lo hace en actividades agrícolas.
Las provincias donde se concentra la mayoría de niños trabajadores son Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi y Cañar.

DISTRIBUCIÓN
De los 464.351 niños que trabajan en actividades agrícolas, 287 mil son niños y 177 mil son niñas. La mayoría de ellos tiene entre 10 y 14 años de edad. Estados Unidos exige que además de la resolución de aspectos como el sindicalismo y la transparencia fiscal, Ecuador trabaje en la erradicación del trabajo infantil para luego firmar el TLC.