La primera actividad que realizaron ayer el presidente del Congreso, Omar Quintana, y el diputado gobiernista Gilmar Gutiérrez fue aparecer juntos en una rueda de prensa que ofrecieron en el hall del edificio del Banco Central.

Quintana explicó que el incidente de la semana anterior, que se dio en el salón de sesiones cuando arranchó a Gutiérrez varios papeles, “es una discrepancia más como las que hay en la vida política”, y aclaró que eso no afecta la amistad que han cultivado desde inicios del 2003.

Insistió en señalar que el impasse está superado y negó que haya existido una amenaza de muerte por revelar el contenido de los documentos.

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Manifestó que la amistad que lo une con Gilmar Gutiérrez se conservará incluso luego de que termine el actual periodo legislativo, pues se trata de un hombre que junto a su hermano, el Primer Mandatario, están haciendo lo que no se ha hecho durante décadas en favor del Oriente.

Gutiérrez también afirmó que el incidente fue superado y ofreció su respaldo a la gestión de Quintana al frente del Congreso. Dijo que no tiene nada que esconder y afirmó que los rumores de que los papeles eran documentos reservados o comprometedores fueron solo especulaciones. “En las curules tenemos los órdenes del día, proyectos de ley, las resoluciones que se tratan en las sesiones y ningún otro tipo de documentos”, dijo.

Pero la explicación hecha a los medios de comunicación no convenció a Mesías Mora (ex PK), quien lidera a un grupo de ocho diputados independientes, ya que dijo que es en el pleno donde se deben mostrar los documentos que arranchó Quintana a Gutiérrez. De no haber una explicación, el siguiente paso será ver el mecanismo para cambiar de presidente de la legislatura, insistió Mora.