Como si se tratara de un cuento de hadas moderno, el astro de fútbol brasileño Ronaldo y la top-model Daniela Cicarelli sellaron su amor el pasado lunes con una fastuosa fiesta en el castillo de Chantilly, en las afueras de París.

Por el acceso posterior de la enorme finca que alberga al palacio, los 250 invitados al acontecimiento, fijado por San Valentín, llegaron al lugar desde las 18h00  (17h00 de Ecuador) en más de medio centenar de autos pintados de negro, con los parabrisas traseros y las ventanillas  tapados. Las improvisadas y discretas carrozas hacían casi invisibles a sus ocupantes para las 200 personas, entre periodistas y curiosos, que se apretaban en el acceso vallado, pese al frío y la lluvia.

Lo que ocurrió en la fiesta se sabrá cuando una revista del corazón española, que compró la exclusiva, publique notas y fotografías. Pero, lo que sí se revela es que Ronaldo y Daniela oblaron 700.000 euros ($ 532.000), más un depósito de garantía de millón y medio por las obras de arte que adornaron el “château”. El alquiler del lugar costó 60.000 euros ($ 45.600), con un agregado de 10.000 ($ 7.600) para que el jardín fuera utilizado por los fumadores.