El hijo de la reina Isabel sorprendió al mundo la semana pasada con el anuncio de su boda, para el próximo 8 de abril, con el amor de su vida: Camilla Parker Bowles, a quien conoció hace más de 30 años.

El príncipe Carlos de Inglaterra ha pasado la mayor parte de su vida adulta como heredero al trono a la espera de suceder a su madre, la reina Isabel II, y expuesto a la curiosidad y las críticas de la insaciable prensa británica.
 
Nacido en el palacio de Buckingham el 14 de noviembre de 1948, Carlos de Inglaterra nunca se ha sentido a gusto con los medios de comunicación aunque ha tenido que reconocer que la monarquía británica no sobreviviría sin publicidad.
 
Muchos reconocen su arrojo personal al presentarse como “políticamente incorrecto”, defendiendo valores alternativos muchas veces en contradicción con los de la mayoría de los políticos y líderes de opinión.
 
Otros muchos le consideran excéntrico y algo anticuado, algo que no debería extrañar en cierto modo en quien, además de Príncipe de Gales, es Caballero de la Jarretera, Conde de Chester, Duque de Cornualles y Rothesay, Conde de Carrycky y Barón de Renfrew, Lord de las islas y Gran Steward de Escocia, entre otros títulos.
 
Gran apasionado de los cultivos orgánicos, a los que dedica sus propiedades en el campo, Carlos de Inglaterra gusta de opinar sobre todo lo divino y humano para irritación de muchos profesionales.  Así ha suscitado críticas con sus ataques a la “fea” arquitectura moderna que está surgiendo en muchas partes del Reino Unido y, sobre todo, en Londres.
 
Carlos de Inglaterra cursó estudios en la escuela particular de Gordonstoun (Escocia), e ingresó en 1968 en la Universidad de Cambridge, donde siguió estudios de arqueología y antropología.
 
Su investidura como heredero de la Corona británica con el título oficial de Príncipe de Gales se produjo en el castillo de Carnavon el 1 de julio de 1969.
 
Ese mismo año recibió su primer destino militar con el grado de Coronel del Regimiento Real de Gales y en 1970 tomó posesión de su escaño en la Cámara de los Lores. Como militar, sirvió en el Caribe en 1973, y en enero del año siguiente embarcó en la fragata Júpiter con el grado de Oficial de Comunicaciones, siguiendo así una larga tradición de la familia real británica.
 
Su matrimonio con lady Diana Spencer, contraído en julio de 1981, y que le dio dos hijos, Guillermo (nacido en 1982) y Enrique (1984), fue desgraciado y pronto se evidenciaron las fuertes diferencias de carácter entre los esposos.
 
En 1991, tras un viaje oficial de la Princesa a Checoslovaquia, Carlos comenzó a pasar la mayor parte del tiempo en su residencia de Highgrove, mientras su esposa se instaló en el palacio londinense de Kensington.
 
Un año más tarde, en diciembre de 1992, la pareja real llegó a un acuerdo de separación, que anunció al Parlamento el entonces primer ministro conservador John Major. En 1994, Carlos admitió por primera vez en una entrevista por televisión haber sido infiel en su matrimonio y mantenido una relación extraconyugal con Camilla Parker Bowles, a la que había conocido en 1971 y que estaba casada entonces con el brigadier Andrew Parker Bowles, del que iba a divorciarse un año más tarde.
 
En diciembre de 1995, la reina Isabel envió una carta a Carlos y Diana para que tomasen las medidas necesarias para divorciarse, algo que acató inmediatamente su hijo, pero a lo que Diana no dio una respuesta afirmativa hasta el siguiente mes de febrero.
 
Después de meses de negociaciones entre los abogados de Carlos y Diana, el 12 de julio de 1996 se anunció formalmente la solicitud de divorcio, que se resolvió el 28 de agosto de ese mismo año.
 
Un año más tarde, el 31 de agosto de 1997 fallecería en accidente de tráfico en París la princesa Diana, y el propio Carlos fue el encargado de repatriar los restos y presidir el cortejo fúnebre, el 6 de septiembre.
 
El 28 de enero de 1999, Carlos de Inglaterra apareció por primera vez en público con la ya para entonces divorciada Camilla, el viejo amor de su juventud. Con ella se casará el próximo 8 de abril, en una ceremonia discreta.