UNP exigió al régimen respeto a los periodistas, e igualdad en el cobro de deudas a morosos de AGD.

En septiembre de 2004, cuando Yolanda Torres dejó la Secretaría de Comunicación, el Gobierno ofreció una nueva estrategia para “tender puentes con la prensa” y lograr así una nueva relación comunicativa.

Han pasado cinco meses y al contrario de ese compromiso, asumido por el secretario de Comunicación, Iván Oña, en las últimas semanas no solo el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, dirigió duros cuestionamientos al papel de los medios, sino también otros funcionarios, como Carlos Arboleda, gerente de la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos), y Bolívar González (subsecretario de Bienestar Social).

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El Mandatario ha dicho que a través de la prensa actúan “cómplices de la oligarquía”, “miserables, podridos, testaferros y sinvergüenzas”, “algunos periodistas se inventan las noticias para confundir al pueblo”, entre otras cosas.

Aunque el secretario particular de Carondelet, Carlos Pólit, asegura que esto no es señal de una mala relación con los medios, el analista Hernán Reyes de la Universidad Andina, considera que los ataques presidenciales buscan “frenar las críticas contra su gestión y fortalecer su imagen”.

Para ello, según Reyes, Gutiérrez utiliza los canales que tiene a su alcance, como la información de la AGD, para intentar amedrentar a los periodistas. “Aplica una especie de chantaje: o los medios de comunicación resultan bastante blandos con mi gestión, y yo les concedo entrevistas, o los ataco para ver si ablandan las críticas”, agregó.

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El analista Luis Eladio Proaño cree que esta situación responde a la vieja tradición política del insulto y el ataque “en la que, lamentablemente, Gutiérrez ha caído para defenderse, pues se siente muy atacado e includo insultado”.

Dice que la actitud del Presidente refleja su preocupación constante por obtener más espacio en los medios, lo que se evidenció el 3 de febrero pasado cuando Gutiérrez dijo en Radio Nacional, “cuando yo hablo no me dan la misma importancia que le dan a la oligarquía”.

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La Unión Nacional de Periodistas (UNP), expresó el viernes en un comunicado su rechazo a las amenazas contra la prensa, y las calificó como “un parapeto” que busca esconder una grave crisis en las instituciones del Estado.

La UNP precisó que su queja no pretende entorpecer el cobro de las deudas de la AGD, pero cuestionó que se haga mayor énfasis en periodistas y opositores. “No puede ser que por diferencia de criterios, solamente se enfile la mira a determinadas personas y colegas periodistas”, acota.