El lodo empezó a formarse en las calles polvorientas de la cooperativa María Rubio, en el sector de Los Vergeles, después de la lluvia de ayer.

Ese es el principal problema que tienen sus moradores todos los inviernos, ya que “los niños no pueden salir a jugar y los carros tanqueros no circulan por el sitio por el temor a quedarse estancados”, precisó Betsy Gómez, quien vive desde hace tres años allí.

Vicente Rojas, uno de los vecinos,  añadió que algunas veces le tocó salir sin zapatos y con los pantalones hasta los tobillos para poder trasladarse a su trabajo.

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La proliferación de mosquitos también es otro problema que los afecta ya que, según Betty Cruz, los menores se enferman y ni siquiera hay brigadas médicas que los asistan.
La lluvia de ayer se desarrolló en el norte y centro de la ciudad (hasta el cantón Samborondón) y fue de 28 litros sobre un metro, informó el Inamhi.